Problemas de alcance bíblico

Moisés fue el primero, pero no el último.

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Carta a un joven creativo

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Querido amigo que ‘diseñas’… cosas, logotipos, muñequitos, flyers; dibujitos en general. Te escribo esta carta, desde el cariño y el respeto, para hablarte de ti y tu futuro. Te llevo siguiendo tiempo. Reconozco tu estilo. Es único y has tardado años en cuajarlo, lo veo, es inconfundible. Enhorabuena. Camisetas, bolígrafos, revistas de tendencias, estás en todos los sitios. Nada se te escapa. Tal vez no lo hayas pensado, pero todo tiene un fin en el mundo de las formas, y las apariencias. Estás ahí arriba, pero llegará tu hora. Un editor culto y educado se aproximará a ti y te dirá: vamos a tomar otro rumbo, la revista, la web, la agencia publicitaria, la firma de moda… necesita aires nuevos, una renovación. En ese momento pasarán por tu cabeza todos y cada uno de tus diseños. Desde los que hacías en el margen de la libreta de matemáticas al que hay colgado en la fachada de un teatro de la gran vía de Madrid. Tu caso no es único. Son las generaciones y su idiosincrasia, que nacen,
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ricos chochos y picardias

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Hoy estaba pensando en... y recordé esta foto obtenida directamente de un paseo tranquilo por las multicultis calles de Lorca. Me ha hecho pensar en la de historias pintorescas a las que habrá dado lugar esto de los dulces con nombres cachochondos. Esto de los dulces sexuados no es un invento de los sexshop y ya hace siglos que en España se asocian ciertas golosinas a ciertas palabras polisémicas (y no digo cuál es la raíz de la palabra “sémica”). Me he imaginado por ejemplo lo que pensaría un campesino cuando, a la vuelta del trabajo, su mujer le decía desde la cocina " cariño, hoy vas a comer chochos", " chochos rellenos de picardia, ¿no?". Pues eso, ale, a comer y viva los... dulces de Lorca, ale ale, alehop.
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el disfraz de la decada, disfraz de cura pederasta

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Ayer una amiga me enseñaba webs de travestis y pensaba que si esa gente vivirá siempre en carnaval. Así que voy a aportar unas sugerencias sugestivas para aquellos que osen transformarse. A los travestis les va mucho el destape, pero en el polo opuesto tenemos cada día noticias del destape de la iglesia, saliendo del armario, y que últimamente anda un poco descocada. O siempre ha andado así, pero es ahora cuando nos enteramos. Por todo eso y mucho más el disfraz del año es el de ¡cura ocioso!, también propongo para esta temporada un clásico entre los clásicos: el traje de tía encajado a presión en algún fornido muchachote... gay o hetero. Por último y en la línea está el disfraz de Javier Gurruchaga disfrazado de oso, pero ese es mucho más complicado conseguir, al menos con el realismo que consigue la foto
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