contraer y contraerse

Hoy en gramática parda para gente gris analizamos la caprichosa polisemia de la palabra “contraer”. ¿Se han preguntado alguna vez por qué el verbo contraer se usa para los matrimonios tal y como se usa para las enfermedades? Sin olvidar que contraer es también hacerse chiquitito, como decía la canción. Se contrae una oruga en sal y se contraen más cosas gusiformes frente al frío. Contraer y contraerse no parecen guardar relación. O sí. Es habitual el caso del marido que acaba contraído de macho ibérico en calzonazos frente a una mediterránea señora de armas tomar. Muchos contraen matrimonio con la secreta ilusión de contraer patrimonio. No obstante, lo más común en estos tiempos es que se te contraiga el patrimonio, por ejemplo, cuando se descontrae el matrimonio. Lo que puede acarrear de nuevo la contracción de ese masculino apéndice gusiforme, así como convertirse uno en un ser propenso a contraer enfermedades. Contraer y contraerse son palabras de plena actualidad que guardan su interconexión de significados en una siempre caprichosa evolución de las acepciones. Esto ha sido todo en nuestra gramática parda para gente como tú que no está haciendo nada en este momento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta a un joven creativo

ricos chochos y picardias

el disfraz de la decada, disfraz de cura pederasta